Elecciones 2026: bienvenidos al circo electoral con payasos y trileros

En el Perú, las elecciones no son un proceso democrático: son un espectáculo de variedades. Un reality show de quinta donde los políticos hacen promesas que ni ellos ven, los votantes aplauden sin leer el guion y los corruptos se preparan para la gran fiesta del saqueo.

¡Pasen, vean y rían! La carpa está lista. El próximo 12 de abril se abrirá oficialmente el telón del Gran Circo Electoral del Perú. Prepárense para el desfile de payasos con corbata, magos que desaparecen fondos públicos y contorsionistas ideológicos que hoy insultan y mañana se abrazan… porque aquí no hay enemigos eternos, solo aliados temporales con precio en dólares.

Se vienen las puyas, las denuncias recicladas, las traiciones en HD y los pactos más vergonzosos jamás vistos. El menú electoral está servido: rencillas baratas, debates con nivel de mercado de barrio y un pueblo que mira el show entre indignados y resignados, mientras se pregunta: ¿en qué momento nos volvimos tan cínicos?.

Spoiler: Siempre lo fuimos. Historia de un Engaño Perfecto. Desde la colonia, votar en el Perú ha sido un acto decorativo. Un adorno democrático en un país gobernado por los mismos apellidos con distinto disfraz. Los poderosos siempre supieron que no hacía falta reprimir al pueblo con tanques; bastaba con darle una papeleta de voto y hacerle creer que su opinión contaba.

Siglo XXI y el truco barato sigue vigente: el ciudadano vota, el político miente y el corrupto cobra. La democracia peruana es como un cajero automático: solo funciona para los que tienen la clave (léase: dinero, contactos o impunidad).

Presidentes: Los Campeones Mundiales del Cinismo. Gobernar el Perú no es dirigir un país; es administrar un botín. Basta ver nuestra gloriosa lista de ex presidentes: prófugos, encarcelados, vacados, blindados y premiados por sus habilidades delictivas. Aquí ser presidente es sinónimo de pertenecer a La Liga de la Impunidad: un club exclusivo donde el único requisito es tener prontuario.

Mientras tanto, el pueblo sigue aplaudiendo al último iluminado de turno que promete acabar con la corrupción… usando los mismos métodos corruptos de siempre. Es un ciclo tan predecible que ya debería enseñarse en los colegios: Educación Cívica: Manual Práctico para Que te Estafen en Elecciones .

Congreso: El Zoológico de las Maravillas. Si la Presidencia es el circo, el Congreso es el zoológico donde los especímenes más exóticos de la política hacen de las suyas. Aquí nos encontramos desde congresistas que no saben leer una ley hasta otros que piensan que el hemiciclo es un set de TikTok.

¿Legislar?. No. ¿Fiscalizar?. Menos. El verdadero negocio está en blindarse, asegurarse sus beneficios y salir bien en las portadas de los diarios que nadie compra, pero todos leen online.

¿Descentralización?. Otro cuento chino. Lima sigue decidiendo todo, las regiones mendigan y los congresistas hacen campaña regalando arroz y polos como si fueran influencers de feria.

Elecciones 2026: El Festival del Descaro y la Improvisación. Más de 41 aspirantes presidenciales y 12.000 candidatos a cargos públicos. Aquí postula cualquiera. Literal. Desde el que aprendió a leer recién para dar su discurso, hasta el influencer que cree que gobernar es viralizar un hashtag.

¿Ideas?. Ninguna. ¿Propuestas?. Copiadas de Google. ¿Expectativas?. Robar hasta donde alcance el mandato… o la próxima vacancia. El sistema electoral peruano es tan generoso que deberíamos sincerarnos de una vez: hagamos un sorteo nacional y que la tómbola elija presidente. Total, peor no nos puede ir.

El Pueblo Peruano: ¿Votantes o Clientes?. ¿Habrá esperanza?. Difícil. El votante peruano tiene memoria selectiva y corazón generoso. Olvida rápido y perdona aún más rápido. En un país donde el candidato que reparte más polos gana la elección, ¿de qué criterio hablamos?.

Exigir planes de gobierno es visto como un acto subversivo. Lo que importa es quién promete más regalos, quién insulta mejor en televisión y quién promete un bono que nunca llegará.

Reformas Urgentes (Solo en Sueños). ¿Queremos cambiar el circo?. Aquí algunas ideas que jamás se aprobarán:

Voto Voluntario: Que vote el que quiere, no el que teme la multa.
Partidos Reales: Que desaparezcan los clubes de amigos sin ideología.
Financiamiento Limpio: Que no haya campaña con dinero del narco o constructoras mafiosas.
Cero Corrupción: Que no postule ni el portero de alguien con proceso judicial.

El Final (Que Todos Ya Sabemos). El Perú del 2026 merece un futuro mejor. Pero seamos honestos: lo más probable es que vivamos otro episodio de esta tragicomedia nacional. Así que acomódense, abran las palomitas, carguen su celular (por si hay TikToks virales de las peleas en vivo) y disfruten del espectáculo. Porque aquí, la política no es servicio público… es un negocio redondo.

¿Aprenderemos la lección esta vez? Jajaja… No sean ingenuos.

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