Dina Boluarte y su récord histórico: solo tiene 2% de aprobación

Por Edwin Gamboa – Fundador Caja Negra
Hay récords históricos que deberían avergonzar a quien los ostenta. Y Dina Boluarte, la presidenta del Perú, se perfila como la primera mandataria que pasará a la historia no por sus logros, sino por el índice de aprobación más bajo jamás registrado en el país y, probablemente, en el mundo democrático. Según la última encuesta de Ipsos publicada por Perú21 (mayo 2025), apenas el 2% de los peruanos aprueba su gestión. Sí, leyó bien: dos de cada cien. Y si el margen de error se aplica al revés, podríamos estar hablando del primer 0% presidencial documentado.

La encuesta de Ipsos se realizó entre el 8 y 9 de mayo, justo después del asesinato de 13 trabajadores mineros en Pataz, región La Libertad. Un crimen que no solo destapó el horror de la inseguridad en zonas olvidadas del país, sino que también puso en evidencia el mutismo, la inacción y el desgobierno que caracterizan a la administración Boluarte.

Guillermo Loli, director de Opinión de Ipsos, lo dijo sin anestesia: “Es un récord histórico. Nosotros hacemos encuestas desde hace 30 años y no hubo nunca una tendencia de tantos meses de desaprobación a ese nivel tan alto. En el mundo entero no conozco un registro tan pobre”. Y es que Boluarte lleva nueve meses consecutivos con más del 90% de desaprobación. En otro país, esto sería un escándalo de proporciones constitucionales. En el Perú, parece que simplemente es lunes.

Pero lo más alarmante es que el gobierno no solo es impopular, es también inerte. Escándalos van, ministros vienen, y lo único que permanece es la indolencia. Mientras los peruanos temen por su seguridad, luchan por una educación decente o buscan atención médica sin tener que mendigar, Boluarte está más ocupada en evadir preguntas sobre Rolex, cirugías y viajes frustrados.

El Ejecutivo no reacciona. El Legislativo no actúa. Y el pueblo ya ni se indigna: está resignado. Como bien apunta Loli, “hay un serio problema de legitimidad. La legalidad la tiene, pero la legitimidad no”. En otras palabras: estamos gobernados por alguien que no representa a nadie.

Y sin embargo, ahí sigue. Porque el Congreso, cómplice y beneficiario de este marasmo institucional, no tiene el menor interés en removerla. La vacancia es una palabra prohibida. No porque no haya motivos, sino porque nadie quiere asumir el costo político de reemplazarla. Como dijo Loli, “no se vislumbra un líder que quiera asumir 1 año de interinato. Pasado el mes de julio, cada uno se va a dedicar a ir preparando su campaña, porque hay reelección congresal”.

Dina Boluarte va cayendo en picada y nadie tira del paracaídas. Su aprobación se desploma, su gobierno es un desfile de escándalos, y su silencio es ensordecedor. Si en julio llega al 0%, como sugiere el margen de error, no será solo un dato de encuesta: será una confirmación política de vacío total.

Pasará a la historia, sí. Pero no como la primera mujer presidenta del Perú, sino como la mandataria más rechazada del planeta, símbolo del divorcio total entre el poder y el pueblo.

Y si desde el Congreso no hacen nada, si los partidos callan, si los ministros siguen rotando sin rumbo, será la ciudadanía quien ponga punto final. Porque a este ritmo, más que una gestión presidencial, lo que vivimos es una lenta agonía institucional con fecha de vencimiento: 2026, o antes si aún queda dignidad.

Ficha técnica: Encuesta Ipsos publicada en Perú21, realizada los días 8 y 9 de mayo de 2025, con una muestra de 1,207 personas en zonas urbanas y rurales del Perú. Margen de error: +/- 2.8%.

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