22 de abril: Chavín de Huántar, honor, coraje y memoria

Foto: Andina

Cada 22 de abril, el Perú conmemora una de las gestas más notables de su historia reciente: la Operación Chavín de Huántar . No es solo una fecha para el recuerdo, sino para la reflexión profunda sobre lo que representa la defensa de la vida, la libertad y la soberanía frente al terror.
Han pasado ya 28 años desde aquella tarde de 1997 en que 148 comandos de élite del Ejército y la Marina irrumpieron en la residencia del embajador japonés en Lima para rescatar a 72 rehenes que habían sido secuestrados por el grupo terrorista MRTA. La operación, cuya planificación demandó meses de entrenamiento sigiloso, simulaciones en réplicas exactas del escenario y una red de inteligencia de altísimo nivel, se convirtió en una lección mundial de eficacia militar y coordinación estratégica.
El nombre Chavín de Huántar no fue elegido al azar: evocaba los túneles de la milenaria cultura peruana, pero también el espíritu de inteligencia táctica y resistencia que nuestros antepasados supieron dominar. Así, se tejió una conexión simbólica entre el pasado glorioso del Perú y la modernidad de sus fuerzas armadas.
Pero este acto de heroísmo no estuvo exento de sacrificio. Perdieron la vida los comandos Juan Valer Sandoval y Raúl Jiménez Chávez, así como el juez Carlos Giusti, víctima de los disparos terroristas. Su muerte no fue en vano: permitieron la liberación de 71 rehenes y marcaron un antes y un después en la lucha contra el terrorismo en nuestro país.
Hoy, en tiempos en que muchas veces se banaliza el significado de la palabra «héroe», es vital mirar atrás con respeto y gratitud. La Operación Chavín de Huántar nos recuerda que la libertad no es un bien gratuito. Fue, y sigue siendo, custodiada con la vida por hombres y mujeres dispuestos a anteponer la patria a su propio bienestar.
También es necesario subrayar el papel del almirante (r) Luis Giampietri, rehén y actor clave en la fase de inteligencia. Su capacidad de interpretación y comunicación con el exterior permitió consolidar información decisiva para el éxito del rescate. Su testimonio, hasta su caída en 2023, fue pieza fundamental para comprender los detalles de aquella operación.
En un país donde a veces cuesta encontrar ejemplos de liderazgo, compromiso y amor por la patria, la historia de los comandos Chavín de Huántar se mantiene como una antorcha encendida. Que esta fecha no sea solo una ceremonia protocolar, sino un llamado a valorar nuestras instituciones, a no olvidar a quienes ofrendaron sus vidas por el Perú y seguir defendiendo la democracia con integridad.
Porque recordar no es quedarse en el pasado, es hacer presente la dignidad de un acto que definió nuestro futuro. Que cada 22 de abril nos encontremos con la memoria clara, la gratitud encendida y el compromiso firme de honrar a nuestros verdaderos héroes.

Lo más nuevo

Artículos relacionados